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Flamingos

Impulso caníbal e instinto asesino

¿Cómo se hace para escribir sobre algo o alguien que apenas se conoce?
Supongo que se debe hacer basándose en primeras impresiones, en primeros diálogos o, sencillamente, en eternos deseos... Deseos de hallar de una sentenciada vez (porque nada es inevitable) a ese algo o alguien que estamos esperando.
El ser humano en determinadas circunstancias, adopta la postura cómoda de esperar y de no salir a buscar. Permite cómodamente que la vida le ponga delante un buen trozo de pan que llevarse a la boca, tejiendo y destejiendo cual Penélope, una larga bufanda de soledades y decepciones, las que algunos sobrellevamos lo más hidalgamente posible, lo cual no significa que sea de la manera más inteligente.
A veces, tratando de hacerle una gambeta a las soledades, buscamos refugiarnos en nuestro pasado, simplemente por no hacernos cargo del terror que le tenemos a lo desconocido. Buscamos en el pasado la novedad y solo encontramos que nada en su esencia puede cambiar y que las cartas en el pasado, ya fueron jugadas. De tal modo, no nos damos cuenta de que los presentes de nuestros pasados, nada tienen que ver con los futuros de nuestros presentes.
Alguien escribió en una canción que al lugar donde hemos sido felices no debiéramos tratar de volver, entiendo que nos podemos llevar la sorpresa de que las cosas ya no van a estar iguales a cuando las dejamos. Que la novia que dejamos plantada en el altar cuando nos fuimos con otra y a la que volvemos un tiempo después, arrepentidos por la nueva decepción, en un 99,9 por ciento de los casos ya no nos va a estar esperando. Que la gente que jugaba a la pelota con nosotros en el barrio, hoy se ha vuelto mucho más fría y calculadora, se ha modernizado. ¿Y uno quiere jugar a la pelota? ¡Hoy existe la Playstation 2!
Pero mientras tejemos y destejemos la vieja bufanda, insistimos en recuperar las cosas que hemos perdido, sin entender (en su esencia) el significado de las cosas que se perdieron, que es el de perderse para no ser encontradas jamás, para dejarnos el grato recuerdo de los buenos momentos y el amargo sabor de no saber qué hubiera pasado si las hubiéramos podido conservar un tiempo más. Deberíamos tratar de comprender que las cosas están hechas para romperse o para perderse. Y así, creo, podríamos empezar a valorar esas pequeñas cosas que tenemos o logramos, mucho antes de ser perdidas. Tal vez podamos llegar a conservarlas.
¿De qué nos sirve encontrar un vaso perdido si no tenemos nada que beber? Para adornar algún estante de alguna vieja alacena. ¿Para qué nos sirve encontrar un viejo juego de llaves si ya cambiamos todas las cerraduras y tenemos llaves nuevas? Son solamente un recuerdo de las cerraduras que fueron abiertas en el pasado; esas llaves ya no nos abren las puertas de nuestro presente, mucho menos las de nuestro futuro. Pero tenemos que aprender a no perder las nuevas, debemos guardar aquellas llaves viejas en alguna cajita de la memoria y recordar que alguna vez las perdimos para no cometer los mismos errores, canalizar la experiencia de haberlas extraviado y potenciarla para que no nos vuelva a suceder.
Deseo suponer y creer que con la gente pasa igual. No quiero creer en que “todo tiempo pasado fue mejor.” No deseo tener nostalgia del pasado. Quiero recordarlo gratamente pero no extrañarlo, para que me ayude a comprender mejor el presente y así lograr jugar mejor en el futuro. Eso sí, sin dejar que esto domine mi instinto asesino y mi impulso casi caníbal de dejarme llevar por mi corazón.
Entonces: ¿Cómo se hace para escribir sobre algo o alguien que apenas se conoce?
Con las llaves del pasado en aquella vieja caja. Con la convicción de que lo desconocido no es tan terrible y que nos abrirá las puertas del futuro. Dejando de tejer y de destejer soledades. Sin nostalgia y con mucha experiencia correctamente canalizada. Pero sobre todo, creo, con el corazón en la mano y con mucho, pero mucho, impulso caníbal e instinto asesino.

6 comentarios

la chochan Dominichi -

"FLAMINGOS", Excelente tu relato. Yo tengo muuuuuuchos años más de caminar esta vida, y solo sé que el pasado hay que guardarlo en el recuerdo como lo que fue "pasado", el futuro,!como saber!...........Por eso vivo a esta altura de mis años, "el presente", solo el presente, el "un día a la vez",y por cierto que lo disfuto, porque amo la vida.
Reitero, precioso relato.

Figuratively (Escalofrío 27/03/05) -

Está super bien tomaste en cuenta todas las dudas que pueden existir en la vida de una persona y lo convertiste en poesía. Eso solo lo hacen los buenos escritores ... un abrazo venezolano pana muy bueno ....

Mono Gaby (Escalofrío 14/02/05) -

mañana es mejor.mas es dificil no mirar con nostalgia.hasta el mas superado es un pobre nostalgico de lo ke tuvo ,de lo ke no tuvo agallas por tener o de lo que le kedo en el maldito tintero y nunca se animo a ahogar la pluma para empezar a escribir su nueva historia .Muy bien Flamingos!!!!!!!!!!!!!
Nos vemos en el parkimetro.ME GUS

Dominichi (Escalofrío 10/02/05) -

Uno a veces cree que nunca sabrá como terminar de hacer entender a quien corresponda, todas esas sensaciones que vamos pariendo muy dentro. Pero sin saber como ni porqué, de pronto un dia cualquiera, las palabras llegan a uno y en unos "simples"???..renglones nos mostramos sin más armadura que nuestra propia piel. Flamingos asi lo demuestra....¡¡¡UNA BARBARIDAD...MONO!!!!LO mejor....

caro -

besotes y abrazotes ....te re mil re amo

Graciela -

Yo creo que el futuro es mejor. En mi experiencia no lo fue el pasado, en esa cajita de memoria solo podemos guardarlos, no abrirlos.